La librería de mi barrio

Raquel San José trabajó durante once años en la empresa Zarzuela. Como tantos otros españoles, la crisis trajo el despido, y el despido despertó la imaginación para iniciar un proyecto llamado La librería de mi barrio. Con el dinero de la indemnización más la capitalización del paro, San José ha logrado abrir un negocio muy particular, que le ha valido el segundo puesto en el Premio Creación de Empresas. No se trata de una tienda habitual. De hecho, en unos 70 metros cuadrados ha logrado distribuir la librería, centrada en obras infantiles, lectura de adultos y libros de texto, además de un pequeño quiosco, una zona infantil que cuenta con juegos didácticos y servicio de fotocopias al que podrá sacar mucho partido si se tiene en cuenta que en ese mismo barrio está previsto en el futuro la apertura de la nueva sede de Hacienda y el Campus de la Justicia. Pero, sin duda, el aspecto más innovador de este negocio es su «Plan Renove». Una idea que consiste en que los clientes que acaben un libro pueden volver a dejarlo en la tienda para ponerlo a la venta a un precio de segunda mano que ellos mismos marcan. Si aparece alguien y decide comprar ese libro a ese precio, el cliente que antes lo ha dejado en depósito tendrá un vale de descuento por ese valor para comprar un nuevo libro en la tienda. «Nosotros le mandamos un mensaje para que sepa que su libro se ha vendido», explica San José. Si no se vende, el libro se devuelve. Según ella, esta opción también es muy importante para el caso de los libros de texto que en muchas ocasiones se quedan sin utilizar. «Es una forma de competir con una gran superficie que tenemos cerca, como Carrefour, donde ofrecen descuentos del 25 por ciento a los que nosotros no podemos llegar». De momento, el negocio lleva un mes abierto, un periodo de tiempo aún insuficiente para darse a conocer a toda la ciudad. Es cuestión de tiempo, y San José maneja datos. En julio de 2011 la población de Villa del Prado era de 4.360 personas y las previsiones para los próximos años es que se superen los 7.500 vecinos. Los cálculos de esta emprendedora dicen que el primer año tendrá que invertir casi 30.000 euros, sobre todo en mobiliario, existencias y maquinaria. Unos gastos que se reducirán ostensiblemente en los siguiente ejercicios, donde prevé que lleguen los beneficios.

×

 

¡Hola!

Haz clic en nuestro contacto a continuación para chatear por WhatsApp

×
Ir al contenido